Hacienda abre un proceso contra una vecina de Vimianzo que no conduce por una infracción de tráfico que nunca cometió
25 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.«Ao primeiro pensei que era de cachondeo, pero despois xa vin que non era unha broma». Isabel Mouzo, una vecina de Carnés, en Vimianzo, recibió antes de Navidad un aviso de embargo de la Agencia Tributaria en el que le reclamaban el abono de una multa de tráfico de 120 euros, incluidos los intereses, por exceso de velocidad o, de lo contrario, avisaban, le serían embargados sus bienes. Nunca antes le había llegado notificación sobre el asunto, pero además esta mujer de 39 años no tenía carné de conducir, ni coche, ni se había puesto nunca al volante de un vehículo, ni tampoco vivía en el lugar indicado en el documento oficial.
«Vin aquilo e figureime que era un erro e pensei que indo alí a Tráfico e Facenda a explicar o que pasaba xa quedaría todo arranxado», comenta. El problema es que ahora, más de un mes después, no ha logrado solucionar nada. Hacienda incluso le ha enviado hace una semana un segundo aviso en el que le informa de que los trámites de embargo han comenzado.
Con la ayuda de su familia, comenzó a tirar del hilo. La multa tenía fecha del 24 de diciembre del 2007 y el infractor era el conductor de un Seat Ibiza que había detectado el radar circulando a 90 kilómetros por hora en una zona de la provincia de Lugo limitada a 60. El propietario del vehículo era una empresa de alquiler de coches de Fonteculler, en el municipio coruñés de Culleredo.
Justo aquel día, según los papeles aportados a la Jefatura Provincial de Tráfico de Lugo por la citada compañía, el conductor que había arrendado el coche era un vecino de Pedralonga, en A Coruña, cuyo número del documento nacional de identidad (DNI) recogido en la ficha que tiene la empresa es el mismo que el de la vecina de Vimianzo a la que reclaman el abono del importe de la infracción. El hombre que supuestamente llevaba el vehículo tuvo alquilado el coche entre el 20 de octubre y el 26 del mismo mes. Los DNI de ambos coinciden en todas sus cifras, con la excepción de un único número, el cuarto. Donde debería haber un 2, en la ficha de la empresa de alquiler figura un 1, según explica la propia afectada.
Con esos argumentos, Isabel y sus familiares acudieron a Tráfico y a la Agencia Tributaria para aclarar el error y poner fin a la historia. «Tiven que ir a Lugo, e tres veces á Coruña, e todo para nada. Agora quen vai pagar os gastos que tiven, porque perdín días de traballar», comenta la mujer. Presentaron un escrito en la Jefatura de Tráfico de A Coruña y otro en Hacienda. Ahora también han contratado un abogado para resolver de una vez el enredo.
«Nun principio non quería pagar nada porque non infrinxín nada e non tiña por que ter unha multa. O que ocorre é que vemos que isto non se arranxa e igual hai que pagar para que non embarguen e logo reclamar todo», admite. La preocupación de la mujer es que por un pequeño error a la hora de cubrir un papel todo acabe en embargo.