El esperado efecto llamada del Papa todavía no se aprecia en el Camino

Xosé Ramón Penoucos Blanco
X. R. Penoucos SARRIA/LA VOZ.

GALICIA

Los albergues públicos llevan varios días sin completar su aforo y algunos privados ya están cerrados

01 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El esperado efecto llamada de la visita de Benedicto XVI el próximo sábado a Santiago todavía no comenzó a concretarse en el Camino Francés. Los albergues públicos llevan varias días sin completar su aforo y algunos privados están cerrados y abrirán en los próximos días para recoger la que se espera que sea la última cita masiva del Xacobeo.

El único lugar en el que ayer se registró un movimiento considerable fue O Cebreiro, aunque predominaban quienes visitaban el pueblo sobre quienes estaban peregrinando. En en el resto de los lugares de la ruta apenas había afluencia.

Minutos antes de las tres de la tarde, en el albergue público de Triacastela, fin de la primera etapa en Galicia, solo había cuatro inquilinos, tres extranjeros y un español. Ninguno de ellos diseñó el recorrido pensando en llegar a Santiago para la visita papal. «Si el Papa no piensa en mí, cómo voy a pensar yo en el Papa», manifestó Fabricio Rocky, un italiano que comenzó su andadura en Francia.

La opinión generalizada de la mayoría de las personas que ayer estaban en el Camino es que la cita del sábado les supondrá molestias por la aglomeración de gente y las medidas de seguridad. «Esperemos que dure poco y que la situación se normalice pronto», manifestó una peregrina alemana que compartía recorrido con una amiga procedente de Bielorrusia.

Con la Virgen a cuestas

Uno de los grupos más numerosos está formado por 30 franceses que se turnan para portar en sus mochilas la imagen de la Virgen Negra de Nuestra Señora de Rocamadour, de siete kilos. Llegarán a Compostela coincidiendo con la visita papal. Pero esta peregrinación, a pesar de su marcado carácter religioso, se programó antes del anuncio de la llegada de Benedicto XVI. El grupo aprovechará esta coincidencia para dirigirse a San Caetano y desde allí intentar ver al Pontífice, aunque saben que no será fácil.

La gente del Camino que recuerda la última visita a Galicia del papa Juan Pablo II asegura que tuvo mucha más repercusión que la de su sucesor, en buena medida porque aquella tuvo lugar en verano y había mucha más gente que podía disponer de jornadas de asueto. También se apunta el mal tiempo de estos días como un freno para que el número de visitantes sea mayor. No obstante, se espera que la afluencia de peregrinos, sobre todo los que partirán desde Sarria, para ganar la compostela, vaya a más, aunque sin esperar una invasión.

Los que no faltarán a la cita serán los centenares de autobuses que se fletarán en las parroquias de Galicia para acudir el mismo sábado a Santiago. En el caso de Sarria, todas las parroquias del municipio y comarca realizarán un viaje conjunto para el que es preciso reservar plaza.