Los gigantes que hicieron tambalear la economía antes de Evergrande

Paula Avendaño / g. l. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Un empleado de Lehman Brothers el día de su quiebra.
Un empleado de Lehman Brothers el día de su quiebra. ANDY RAIN

La crisis china resucita fantasmas de otras quiebras históricas, de Lehman Brothers a Enron

25 sep 2021 . Actualizado a las 10:06 h.

Sobre las siete de la mañana del 15 de septiembre del 2008, Lehman Brothers, el cuarto banco de inversiones de Estados Unidos, se declaraba en bancarrota. Este terremoto de fatales consecuencias ni rozó a una inmobiliaria china, que salía a la Bolsa de Hong Kong justo un año después captando 9.000 millones de dólares (7.800 millones de euros al cambio actual). La firma era Evergrande, convertida ahora en la empresa más endeudada del planeta. Su hundimiento parece inevitable y sobre ella sobrevuelan los fantasmas de otras grandes bancarrotas.

Dos hombres abandonan las oficinas de Lehman Brothers llevándose sus pertenencias, tras la quiebra de la compañía
Dos hombres abandonan las oficinas de Lehman Brothers llevándose sus pertenencias, tras la quiebra de la compañía JOSHUA LOTT

Lehman brothers

El principio del fin. Se trata de la mayor quiebra de la historia. No solo por la deuda que soportaba el banco de inversión estadounidense (518.000 millones de euros) sino por el terremoto financiero que siguió a su caída. Entender la bancarrota de Lehman Brothers implica retrotraerse a los años previos a aquel verano del 2008. Estados Unidos vivía entonces inmersa en una burbuja inmobiliaria. Los tipos de interés eran bajos y los bancos concedieron un sinfín de hipotecas sin evaluar si los compradores podrían pagarlas. Las entidades financieras empaquetaron todas estas hipotecas basura y las vendieron a otros bancos y fondos de inversión por todo el mundo. Nadie sospechaba que esos paquetes contenían, además de hipotecas saneadas, otras en mora o con alto riesgo de impago. La razón es que las agencias de calificación de riesgo certificaron que eran productos seguros. Pero la burbuja explotó cuando las viviendas dejaron de pagarse, la morosidad se disparó y las hipotecas perdieron todo su valor. Lehman Brothers había atesorado una gran cantidad de estos títulos basura que lo llevaron a la quiebra. Los bancos estadounidenses perdieron la confianza entre ellos, porque no sabían quienes estaban en posesión de esos activos tóxicos, y dejaron de prestarse dinero. ¿La consecuencia? Una crisis financiera que arrasó la economía mundial.

Enron Complex en la ciudad de Houston.
Enron Complex en la ciudad de Houston.

Enron

Ingeniería contable. Enron era el primer distribuidor energético a nivel global. Estaba comandado por Jeffrey Skilling, que al comienzo de este siglo ya había convertido a la compañía en la séptima más grande de Estados Unidos. Pero no era oro todo lo que relucía. La deuda de Enron no paraba de engordar, aunque los libros no lo reflejaban. De hecho, los préstamos aparecían en ellos como ingresos. Era el comienzo de la ingeniería contable. Con esta buena imagen, sus responsables conseguían que las acciones subiesen. Pero tras una revisión de cuentas, su falta de liquidez salió a la luz: se supo que acumulaba deudas de 25.000 millones de euros. A finales del 2001 comunicó su quiebra. Tras el escándalo, muchos países regularon las auditorías independientes.

Imagen de archivo de Bernard Ebbers, fundador de WorldCom.
Imagen de archivo de Bernard Ebbers, fundador de WorldCom.

Worldcom

Un gran fraude. WorldCom fue un gigante de las telecomunicaciones fundado en los años ochenta por el magnate estadounidense Bernar Ebbers. La compañía creció a la par que el sector tecnológico, a toda velocidad, inflando una burbuja similar a la inmobiliaria. El avance de Internet a principios de siglo obligó a WorldCom a gastar más de la cuenta. Para colmo, apareció el teléfono móvil y pilló a la compañía fuera de juego. Estos malos números se ocultaron. En el 2002, la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos acreditó que la empresa había incurrido en fraude. En concreto, habían contabilizado de forma irregular más de 3.400 millones en gastos. El derrumbe supuso la pérdida de dinero de los inversores y 17.000 despidos. Antes de su quiebra, la empresa estaba valorada en 89.000 millones de euros.

18 de noviembre de 2008. Comparecencia del ex presidente de General Motors, Richard Wagoner, ante el Senado en Washington (EEUU).
18 de noviembre de 2008. Comparecencia del ex presidente de General Motors, Richard Wagoner, ante el Senado en Washington (EEUU). MATTHEW CAVANAUGH

General motors

Resucitada. El mayor fabricante de coches del mundo se acogió a la Ley de Quiebras de Estados Unidos en el 2009. Con la crisis financiera, el poder adquisitivo de los consumidores se hundió, lo que impactó en las ventas de los productos estrella de la marca, coches de alto precio. Aunque en su caso la bancarrota duró poco. El proceso de reestructuración fue un éxito: se creó una compañía nueva, General Motors Company, donde se quedaron los activos más importantes. Los menos valiosos se liquidaron. A mayores, el Gobierno estadounidense inyectó 42.000 millones en la compañía y se quedó el 60 % de sus acciones. Tras la intervención, Barack Obama puso al mando a Mary Barra, la primera mujer de la historia en liderar un gigante del sector de la automoción. 

Obra abandonada tras la quiebra de Martinsa Fadesa.
Obra abandonada tras la quiebra de Martinsa Fadesa. KOPA

En españa

Martinsa Fadesa, el mayor concurso hasta la fecha. La historia del gigante del ladrillo español fue breve. En el 2007, la madrileña Martinsa compró Fadesa al empresario gallego Manuel Jove, en una operación cercana a los 4.000 millones de euros. Pero apenas un año después, en julio del 2008 y con el estallido de la burbuja inmobiliaria, la compañía entró en concurso de acreedores. Su deuda rondaba los 7.000 millones, la mayor suspensión de pagos del país. La empresa logró superar el proceso concursal, pero no pudo remontar el vuelo y acabó pidiendo la liquidación en el 2015. En la actualidad se subastan sus últimos activos para tratar de compensar a los acreedores.

El mapa de las grandes quiebras en España en los últimos años se completa con otras inmobiliarias, como Reyal Urbis, corporaciones como Nueva Rumasa o Pescanova y textiles como Blanco.