Loli Veiga, cartera de Triacastela: «A xente xa non vai ata a oficina de Correos e somos o novo banco»

Uxía Carrera Fernández
U. CARRERA LUGO / LA VOZ

TRIACASTELA

Loli Veiga es cartera de Triacastela desde hace tres años aunque lleva más de 20 en Correos
Loli Veiga es cartera de Triacastela desde hace tres años aunque lleva más de 20 en Correos CEDIDA

El uso de la PDA está consolidado entre repartidores y vecinos, que sustituyen a servicios como la falta de sucursales bancarias

08 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El oficio de cartero rural es cada vez más esencial para los vecinos de Lugo. Hace cuatro años, un proyecto piloto que sumaba numerosos servicios a estos profesionales a través de PDA (dispositivos portátiles) se empezó a implantar en esta provincia y no solo está consolidado sino que sigue aumentando las posibilidades. Lo sabe bien Loli Veiga, la cartera del concello de Triacastela que también reparte en algunos pueblos de Samos.

Hace 20 de años que trabaja como cartera y asegura que «cambiou moito, agora podemos facer de todo». La sarriana pasó por numerosas localidades hasta conseguir la plaza cerca de su localidad natal hace tres años. Prácticamente desde que aterrizó en Triacastela, su trabajo se multiplicó: «Non é o mesmo deixar só unha carta que facelo e cobrar, pagar...». Con las carteras que hay ahora, no llegan a todos sitios así que tiene que priorizar lo que debe hacer en el día. Veiga cubre 95 kilómetros en un concello que no está especialmente envejecido o despoblado, ya que asegura que muchas nuevas generaciones se quedaron en los pueblos.

Aun así, para mayores y jóvenes, sus nuevos servicios suponen facilitarle la vida. Lo que más hace es cobrar recibos y multas, que ahora ya se pueden pagar con el PDA y no deben ir a una oficina técnica. Y también, ingresar o sacar dinero, lo que es vital para municipios que ya no tienen banco, como Samos que solo tiene dos cajeros, o que tienen sucursales con horarios limitados, como en Triacastela que solo abre dos días a la semana. Los carteros sustituyen o apoyan a los servicios básicos. «A xente xa non vai á oficina a non ser que teña que recoller algo, na que atendo unha hora ao día, e nós facemos de banco», explica.

A esta sarriana se le une además la particularidad de estar en el Camino de Santiago, lo que condiciona su trabajo en la oficina. «Hai moitos peregrinos que para quitar peso queren enviar paquetes ao seu país», relata. De paso, hace casi de guía turística, recomendando lugares a los caminantes porque «é un concello moi bonito». En pocas profesiones se conoce tanto la zona como siendo cartero y también a los vecinos. «Temos unha relación moi próxima e intentamos solucionarlles todo o que podamos». Defiende que es un oficio totalmente vocacional del que disfruta cada día y que siente como una afición, que seguirá sumando servicios para los vecinos.

La provincia tiene 210 carteros rurales, algunos compartidos entre varios concellos

La plantilla de Correos llega con sus carteros rurales a todos los municipios de Lugo aunque ha ido menguando. Según los datos facilitados por la empresa pública, actualmente trabajan en el rural 210 profesionales, un número que se mantiene desde hace tres años. En este tiempo, tan solo se perdieron dos plazas. Por las características del territorio y la dispersión de la población, algunos concellos comparten varios carteros según la cercanía a la oficina de referencia.

El número de carteros rurales fue a menos en las últimas décadas. Hace unos 15 años, el número de estos trabajadores llegaba hasta 273. En toda Galicia hay actualmente 1.000 carteros rurales de los 6.000 totales que hay a nivel nacional. Correos ha apostado en los últimos años por mejorar el servicios a través de la tecnología. Se puede realizar a domicilio el pago de recibos, la compra de embalajes, sobre y sellos; adquirir etiquetas medioambientales de la DGT; solicitar el envío de dinero en efectivo; gestionar servicios de luz, gas y telefonía o realizar el pago de tribunos, solo en aquellos concellos que tengan convenio con Correos. Todo con la opción de pagar con tarjeta desde las PDA o en efectivo.

Los carteros tienen rutas de más de cien kilómetros que realizan en su propio vehículo y posteriormente reciben compensación o bien usan un automóvil de Correos. La empresa busca que vecinos y empresas del rural puedan gestionar sus productos o su envío a cualquier parte del mundo en las mismas condiciones que si tuviesen su actividad en el centro de la ciudad.