La buena memoria de un vecino de Lobeira, de 93 años, permitió recuperar la figura típica del entroido: el carantoño

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

LOBEIRA

Carantoño de Lobeira
Carantoño de Lobeira cedida

Los recuerdos de Julio Alonso y el empeño de su hijo Juan Carlos han hecho posible documentar la tradición en este municipio de Ourense

12 feb 2024 . Actualizado a las 17:24 h.

El último personaje recuperado para el entroido ourensano es el carantoño. La buena memoria de Julio Alonso, un vecino de 93 años de Sabariz, en Lobeira, y el empeño de su hijo Juan Carlos para documentar lo que su padre recordaba de la celebración en este núcleo del rural, logró que este personaje tomase forma de nuevo.

De momento es solo para el disfrute de unos pocos amigos que, como ocurrirá este año, se reúnen para disfrutar de una comida juntos con la indumentaria del carantoño: pantalón negro de pana y chaqueta con cintas colgadas, polainas, corbata, esquilas en el cinto y la vara. La máscara era cartón pintado en blanco, con el contorno de los ojos y los labios resaltado y un tocado hecho en rafia.

También se sabe, gracias a los recuerdos de Julio, que los vecinos salían del centro del pueblo hacia un prado a la afueras. Los hombres llevaban a mano carros engalanados y en uno de ellos se sentaba la mujer que ejercía de dama de honor ese año. Tocaban una especie de tambores que hacían ellos mismos con un arco de madera y la piel curtida de una oveja.

El Concello de Lobeira dispone ya de toda esta documentación que servirá de base, quizá muy pronto, para recuperar esta fiesta tradicional en el municipio.