Y ahí van 900 kilos de carne

María Cobas Vázquez
maría cobas O BARCO / LA VOZ

MONTEDERRAMO

1.400 personas disfrutaron de la comida popular de Montederramo

12 oct 2023 . Actualizado a las 20:03 h.

En verano muchos ayuntamientos del rural viven el milagro del aumento de población, revirtiendo por unas semanas una tendencia de años marcada por la sangría demográfica. Montederramo no es ajeno a esa realidad, pero en este caso, el abarrote tiene otra fecha clave: el 12 de octubre con motivo de la Feira da Carne. Y cada año va a más. Esta mañana había que aparcar bien a la entrada del pueblo (y eso que los vecinos ceden fincas como aparcamientos efímeros), lo que daba cuenta de lo que había un par de curvas más abajo. Gente y más gente, coches y más coches, hasta que, de repente, el olor a ganado y el sonido de los cencerros lo inundaba todo. En el recinto instalado alrededor de la nave municipal había unas 200 reses, fundamentalmente vacas y becerros, de una treintena de ganaderías de la zona. Estaban muchas de Montederramo, pero también de Castro Caldelas, Maceda, Parada de Sil y A Pobra de Trives. Desde la Asociación de Gandeiros quisieron agradecer su presencia entregándoles un cencerro conmemorativo a cada una de ellas. Fue en un multitudinario acto a la entrada del recinto.

Después del recorrido por la exposición de ganado tocaba seguir bajando hacia la zona del monasterio, donde se celebraba la feria (con numerosos puestos en los que adquirir todo tipo de productos) y donde estaba la carpa instalada para la comida popular. Se pusieron a la venta 1.300 entradas de manera inicial, pero viendo la acogida se decidió ampliar el aforo para dar cabida a cien personas más. Eso sí, para poder servir a tanta gente fue preciso habilitar un segundo turno de comidas, algo más corto en número que el primero, explicaba el alcalde, Óscar Diéguez, que se estrenaba en la organización de la cita anual más multitudinaria del concello. Comieron 1.400 personas, lo que supone el doble de la población censada en la localidad, que suma 701 vecinos, según el último dato oficial del Instituto Galego de Estatística, referido al año pasado.

En la carpa, los comensales dieron cuenta de los alrededor de 900 kilos de carne de los becerros de la zona que fueron sacrificados para la cita gastronómica y que se sirvieron en empanada, carne ao caldeiro y carne richada. No faltó el postre, a base de bica, ni tampoco el vino ni el agua. Hidratarse era más que necesario en un 12 de octubre con temperaturas que bien podrían haber sido de agosto. Y después, a bailar con charangas y un dúo.