Ay, la autoestima

YES

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27 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Si se supera el rechazo a un título tan poco afortunado como Mi reno de peluche, la serie creada, dirigida y protagonizada por Richard Gadd a partir de su propia experiencia se convierte en un viaje en el que no es difícil encontrar asuntos que te interpelan de manera íntima.

Llegó a Netflix sin la promoción previa que se concede a las series con más presupuesto y pretensiones de éxito, y enseguida se convirtió en la historia del mes. Conocerán ya la peripecia que Gadd padeció y relata a través de su personaje: Donny Dunn, escocés que apenas sobrevive en Londres trabajando como camarero en un pub, es acosado durante meses por una mujer a la que un día invita a un té, impulsado por un sentimiento paternalista y arrogante, porque lo primero que siente por Martha es lástima. El personaje que interpreta Jessica Gunning es una friki con sobrepeso, que se ríe como una tarada, padece de logorrea y fantasea de una manera evidente. A priori, una loca de la que hay que escapar porque nada interesante tiene que ofrecer. Pero el hallazgo de Mi reno de peluche es convencernos de que las cosas nunca son como parecen. Cuarenta mil correos electrónicos y 350 horas de mensajes de voz después, el Donny Dunn que cierra la serie nos ha contado que fue brutalmente violado por un guionista con capacidad para promocionarlo, que tras la aspereza emocional de su padre se escondían infiernos parecidos al suyo, que su patológica necesidad de aprobación constante era una garantía de sufrimiento brutal y que tras el acoso feroz de Martha había mucha soledad compartida y unos cuantos errores propios.

La historia de Richard Gadd es la de una autoestima tan herida, que por conseguir un aplauso está dispuesto a sucumbir a un violador o a una acosadora, dispuesto incluso a expulsar de su vida a la mujer transexual de la que se enamora. Pero también es el relato de alguien que no sabe decir que no, que dice sí cuando quiere decir no, y aquí es donde Gadd conecta con todas las mujeres entrenadas en una dinámica en la que muchas se reconocerán.